Un
año más el equipo Lanzero se lanza a tierras Cántabras, en pos de conseguir la
conquista del ansiado trofeo que se otorga en el primer puesto de la categoría
Mitic, de la Ronda Histórica Hotel Olimpo. Tras las pasadas 2 ediciones, en las
cuales se conseguían el tercer y segundo puesto, era nuestro reto finalizar
nuestra singladura en la categoría con una primera plaza, dado que nuestro
vehículo es ya lo suficientemente veterano para poder participar en la liga
mayor. Pero una cosa es lo que uno quiere y otra muy distinta es lo que te
depara el destino.
Así
mismo, un año más nuestros amigos del Max Racing, Iñaki González y Oscar Pineda,
se animaban a participar en esta prueba que tan mal sabor de boca les dejo en
la pasada edición. Vaya por delante que en esta ocasión consiguieron disfrutar
de la competición llegando a completar el recorrido sin pérdida alguna. Entre
nosotros y ahora que no nos oye nadie, en eso nos superaron, pero no les digáis
nada…
Como
siempre y dado que se trata de la última prueba del año, para allí fuimos con
toda la familia, incluido el peque de la casa como no, con el fin de disfrutar
de un agradable ambiente de rallye, en un lugar paradisiaco, que año tras año,
nos sigue maravillando. Al menos lo que consigo ver por la balconada de la
habitación puesto que allende el cruce del hotel Olimpo, en derecha al entrar y
en izquierda al salir, para Jesus y para mí esta “finis-terre”, dado que nunca
hemos ido más allá. Curioso.
El
fin de semana prometía ser duro en cuanto a la climatología el viernes,
cambiando completamente para el día siguiente y así fue. El viernes la lluvia
hacia acto de presencia hasta bien avanzada la noche, lo cual complicaba los ya
de por si resbaladizos tramos Cántabros, pero el sábado nos agasajo con un
perfecto día para la práctica de este deporte.
El
comienzo de la prueba se nos complico de forma innecesaria al llegar al hotel
muy justos de tiempo, gracias a nuestras chicas que tenían que parar, si o si,
en Colindres a coger un número de lotería. Intuíamos lo que podría pasar, tras
bajar el coche del remolque, verificar, calibrar, poner las pegatinas oportunas
y el breafing en tiempo comprimido, los nervios hacían acto de presencia pasando
factura la noche del viernes.
El
primer tramo ya nos delataba el menor de los problemas que tendríamos en el
rallye, pero la machacona insistencia nos hacía perder una sangría cuantiosa.
Sobre el kilometro 5 topábamos con coches perdidos que nos hacían perder
segundos cuantiosos, pero la estrechez de la carretera no hacía imposible un
adelantamiento seguro, a pesar de todo conseguíamos minimizar el daño y
terminábamos segundos tras el equipo formado por Iker Torrontegui y Janire Fernández
con Audi Coupe Quattro. La anécdota de la prueba; ocurrió en este primer tramo,
el paso de los coches puso nervioso al ganado que pastaba sobre el kilometro 12
del tramo, saliéndose del cercado. El ganadero muy enfadado atravesó un
vehículo impidiendo el paso de la mayor parte de los participantes, por lo que
la organización, neutralizó el tramo a partir de ese punto.

En
el segundo tramo, con carretera despejada, conseguíamos un buen resultado
siendo los mejores de nuestra categoría, manteniendo así las distancias con
Iker y Janire, quienes poco a poco se definían como unos rivales de peso.
En
esta edición los tramos a tabla impuesta serian muy decisivos y en nuestro caso
pesaron como una losa. El tercer tramo sería el primero de ellos y nuestra
mayor obsesión fue no perdernos, olvidando un poco la regularidad. Si bien
nuestro resultado no fue bueno, penalizando en los tres primeros puestos,
conseguimos arreglarlo bastante en los tres siguientes y sobre todo terminábamos
siendo los mejores de nuestra categoría, pasando a liderarla con un colchón de
50seg.
Las
cosas empezaban a ponerse bien, pero el cuarto tramo fue el inicio de nuestra
debacle temporal. Si bien el tramo se inicio de una forma muy normalizada, yo
empezaba a detectar cierta disminución de concentración, lo que nos llevaba a
una pérdida de seguridad en la toma de decisión y por lo tanto a errores.
Cuando encuentras un vehículo precedente dudando y sobre todo si toma las de
Villadiego, aunque tomes la dirección correcta siempre queda una duda de la cual
es difícil abstraerse. En nuestro caso, paso eso mismo, tras tomar el dorsal
anterior un cruce recto, el cual nosotros tomamos a izquierdas, al llegar a la
siguiente referencia dudamos de la correcta decisión al no ver una carretera a
derechas. Iniciábamos el retorno al cruce anterior cuando nos percatamos de la
existencia del mismo pero dos vehículos habían entrado antes y no pudimos
recuperar el tiempo perdido. Aun así, el resultado final no fue malo gracias a
una muy buena primera parte y conseguíamos seguir como líderes, pero fue el
inicio de una losa de inseguridad, de la que nos costó mucho desprendernos.
El
quinto tramo, fue otro de los reglados a
tabla impuesta y un cúmulo de errores de media y ruta nos hacia penalizar con
30 segundos en todos y cada uno de los puntos de control. Aun no siendo el peor
en cuanto a máxima penalización, si lo fue en cuanto a su computo general. Hasta
entonces ya había preguntado en varias ocasiones a Jesus que tal se encontraba;
a lo que me decía que bien, pero ya son muchas carreras las que llevamos y sabía
de sobra que estaba aguantando estoicamente. Al final todo tiene un límite y
con el tramo casi finiquitado tuvimos que parar. A falta de un tramo me temía
que lo tuviéramos que hacer al “trantran”, pero por suerte antes había una
pequeña neutralización y pudo recuperar fuerzas, finalizando la sección sin más
incidencias, pero con un cumulo de puntos significativo por alcanzar al
vehículo precedente. Esto nos costaba pasar de ese liderazgo a ocupar la
tercera posición de la Mitic, pero todavía quedaba mucha prueba por delante y
aunque distanciados todavía estábamos vivos y con seria posibilidades.
Por
su parte, nuestros amigos del Max Racing seguían acumulando kilómetros y experiencia,
durante toda la sección habían conseguido seguir la ruta y aunque acumulaban
bastantes puntos, para ellos es más importante aprender a navegar olvidándose un poco de la media. De momento
reto conseguido, seguían en carrera que ya es más de lo que habían hecho el año
pasado.
Al
día siguiente comenzamos la siguiente sección con la intención de centrarnos y
empezar a hacer las cosas como las sabemos hacer, pero otra vez volvimos a caer
en la inseguridad. El tramo 7 se trataba de un recorrido corto de
aproximadamente 7 km que no parecía entrañar un gran misterio, pero nos colamos
algún cruce y de repente con solo 5 km en la medición nos encontramos en el
final de tramo. Imposible volver atrás por donde habíamos salido sin entorpecer el tránsito de
algún compañero. Intentamos volver por algún otro lado pero desistimos
sospechando que alguna penalización máxima nos llovía seguro. Así fue, al menos
de los 3 puntos de control salvamos 2 y solo en uno nos cayó la fatídica de 300
seg que penaliza no pasar por un punto. Por supuesto, esto nos costó muchos
puestos en la clasificación, pero la prueba era difícil para todos y quedaba
mucho por decidir.
El
tramos 12 era el ultimo de esta sección y tanto él como los precedentes seguían
siendo un cumulo de desatinos y retrasos por otros participantes. Conseguíamos
no perdernos y no acumular más fatídicos 300, pero hasta el primer tramo de la
última sección no conseguiríamos centrarnos y coger la necesaria seguridad en
la ruta. Terminamos esa sección todavía en los últimos puestos, alguno
recuperado pero de momento lejos de los primeros puestos.
Iñaki
y Oscar seguían en las suyas, dentro de su objetivo y siendo más regulares que
nosotros, conseguían afianzarse en la 5ª posición de nuestra clasificación.
Tras
el parón de la comida nos enfrentamos al tramo 14, posiblemente el tramo más difícil
y para mí, más divertido de la prueba, 25 kms de cruces con tramos de tierra
que fueron todo un deleite, sobre todo porque lo hicimos con mucha soltura y
resulto el revulsivo necesario para recuperar la hasta entonces, no encontrada
seguridad.

A
partir de ese momento, los tramos fueron cayendo uno tras otro, sin mayor
complicación que los segundos de retraso que nos hacían acumular otros vehículos.
El tramo 17 fue un tanto especial, este se realizaba a tablas pero primero te
daban a elegir dos sobres uno negro y otro rojo, tras elegir uno y abrirlo
encontrabas una tabla y entre dos puntos distantes no había referencias de
tiempos, había que calcular la media entre esos dos puntos, el resultado estaba
oculto en una señal en el camino anotada en la misma página. Nosotros
calculamos media de 49,9 y así empezamos, pero en un afán de ser más exactos
pusimos media de 49. No iba del todo mal la cosa pero en un momento dado Jesus
me empieza a decir que vamos con adelanto y que disminuya, yo obedezco pero con
mosca tras la oreja. Seguíamos con adelanto por lo que bajamos mas la media,
así un par de veces más, cada vez con la mosca más grande tras la oreja, vaya
que cada vez se parecía más a un “avejonejo”, cuando le pregunto a qué
distancia de la pirámide está mirando y me la señala casi me da un pampurrio.
Mí querido copiloto se había confundido y en lugar de cotejar la distancia
medida de la pirámide con el tiempo, lo estaba haciendo sobre la calculada (sin
duda la falta de práctica con la pirami-d todavía le juega malas pasadas…). Aun
así conseguimos terminar sin penalizar demasiado.
El
tramo 18 fue nuestro mejor tramo consiguiendo completarlo con tan solo 2 seg y
el 5º mejor resultado general en ese tramo, poco a poco conseguíamos ir
recuperando posiciones en la Mitic y gracias a un sector muy centrado quizás en
la parte de la prueba más dura conseguimos alcanzar y afianzarnos en la segunda
posición.
El peor
momento del día; fue el inicio del penúltimo tramo, salimos a tramo y
aceleramos para coger media lo antes posible. Cuando la medición me dice; vas
bien, toco el freno para cuadrar con tal mala suerte, de hacerlo sobre grijo y
en una ligera curva a izquierdas, de verdad realmente no sé cómo era el árbol
que teníamos de frente pero recuerdo que era ENOOOOOORME, y el caso era que
teníamos muchos boletos de ir a abrazarle. Conseguimos librarle no sin
complicaciones, tras conseguir que el
morro siguiera lo negro, la trasera quiso seguir camino del árbol y tuve que
volver a emplearme a fondo para que no lo besara. Tras ello, como es normal, yo
no tenía el horno para bollos, o dicho de otra forma “los tenia de corbata”,
pero Jesus cumpliendo con su función me animaba a seguir acelerando para
recuperar media… lo reconozco, necesitaba mi tiempo para conseguir reubicar
esas partes de mi cuerpo en su debido sitio.

Al
final y tras un desastroso comienzo, conseguimos salvar los muebles volviendo a
tener que pelear por estar en ese puesto pero con la meta del primer puesto
inalcanzada, pero esa segunda plaza nos sabe a gloria. Si bien es cierto que
muchos puntos son debidos a participantes alcanzados, nuestros errores han
pesado más en el resultado final, para nada reprocho actuación ninguna a mis
rivales, los rallyes son así, yo tampoco he querido agobiar a nadie pidiendo
paso donde no se podía y a decir verdad, cuando lo he solicitado se me ha
facilitado el adelantamiento en cuanto a sido posible. Enhorabuena a los flamantes vencedores Iker Torrontegui y Janire Fernández quienes, a los mandos de su Audi Coupe Quattro, consiguieron ser mas fiables consiguiendo por méritos propios la victoria de nuestra clasificación.
Iñaki y Oscar del Max Racing consiguieron colocar su VW Golf en la 5ª
plaza de la Mitic, completando una prueba muy regular y con la satisfacción de
haber podido con este gran coloso que el año pasado les paso el rodillo por
encima.
Felicitar
a los chicos del Ouvreur pues incluso con algún pequeño error, han vuelto a
conseguir un magnifico rallye, uno de esos que será difícil no asistir. Fenomenal
fin de año en una cena con mi gente y rodeado de esta gran familia que es la
regularidad, donde pudimos además deleitarnos con una actuación sorpresa del
siempre polifacético Foronda, esta vez a los mandos de un 12, pero no un 12
cilindros, sino de 12 cuerdas de una guitarra.
No
quiero terminar sin mandar un caluroso saludo a nuestro compañero Martin
Cubillo y su familia en estos momentos difíciles, deseándoles así mismo que
todo salga lo mejor posible y que con el tiempo, todo esto solo sea un vago
recuerdo.
Como
fin de año no olvidarme de toda esas personas que de una forma u otra nos
tienden su mano para que podamos seguir al pie del cañón, como son nuestros patrocinadores
Ciclos Yurrebaso, Carrocerías Joseba, Alineaciones Aliauto, Talleres San
Antonio, Materia deportivo MP-Motorsport, y como no de Joserra que siempre está
ahí para lo que necesitemos, Asier y Sergio que poco a poco me van ayudando con
ese motor en fase de preparación, y como no de las grandes sufridoras de todo
esto que han de soportar nuestras ausencias, nuestras mujercitas, sin cuyo
apoyo sería imposible estar en este mundillo, aunque a veces nos lo den a
regañadientes.
Esto
ha sido todo por este año, el año que viene habrá algún cambio en nuestra
montura y quizás empecemos otros retos, pero eso será el año que viene, de
momento desearos a todos unas felices fiestas y un prospero año nuevo.
FOTOGRAFIAS: Joserra, Macias y Pitsu y Goizalde