Cuando en este mundillo del
automovilismo juntamos la afición al mismo, un evento bien montado y te rodeas
de gente maravillosa las cosas no pueden salir mal por más que te empeñes. El fin
de semana de los días 11, 12 y 13 se celebro en la localidad Cántabra de Las Pilas
una edición mas del evento Motor Clásico Las Pilas, en el cual se incluía una
charla coloquio, una concentración, incorporando este año una rallye de clásicos
a calcar. Como está siendo tónica este año, nosotros no hemos participado en la
prueba, pero dado que este formato de prueba es más que interesante para rodarse
en las pruebas de regularidad, si lo han hecho 6 de los equipos que han participado
en los cursillos de iniciación de este año.
La prueba se desarrollaba en 2
sectores con un mismo recorrido de 53 km de distancia por sector, estando
dividido cada uno de ellos en 3 tramos distintos. La peculiaridad de este tipo
de rallyes a calcar tienen la peculiaridad de que la primera de los dos
sectores sirve de referencia para el segundo, debiendo realizar en el segundo
sector los mismos tiempos del primero.
Los equipos del curso Lanzero RS
Team que se presentaban eran los siguientes:
Dorsal 3 Iñaki Atienza y Goizalde
Ruiz con un Seat 1430 de 1975 de la Real Peña Motorista Vizcaya
Dorsal 21 Luis Rodríguez y Aitor Rodríguez
con un Citroen 2cv de 1983
Dorsal 22 Miguel Martin y Luisma
Martin con un Renault 5 de 1984
Dorsal 35 Iñaki Gonzalez y Oscara
Pineda con un VW Golf GTi de 1988 del Max Racing Team
Dorsal 42 Federico Ayesta y Olatz
Ayesta con un VW Golf de 1989
Dorsal 43 Hugo Oliveira y Mikel
Gezuraga con un Volvo 480 Turbo de 1989 y del Eskuko Racing Durango
Salvo para el equipo formado por
Iñaki y Oscar, para el resto esta era su prueba de bautismo en un evento automovilístico,
por lo cual se les recomiendo marcar su principal objetivo en navegar sin
perderse. Labor arto difícil la que se les presentaba al equipo formado por
Hugo y Mikel a quienes un problema de última hora en el panel de instrumentación,
les hacia participar no solo en categoría Sin Instrumentos, haciéndolo además sin
marcación de velocidad y distancia alguna.
Finalizada la primera de las secciones
la suerte había sido muy dispar, desde los que se habían perdido mucho, los que
habían tenido pequeños despistes y los que eran entorpecidos por una obra. Como
se suele decir los Rallyes son así, pero lo más importante eran los rostros de satisfacción
que todos ellos mostraban finalizado ese primer contacto con la prueba. Tras un
breve descanso retoman la segunda sección y aquí se empiezan a observar las
lecciones aprendidas.
Poco podían hacer Hugo y Mikel,
cuyo primer intento era llegar a alcanzar al coche predecesor y navegar a su
rebufo, pero no conseguían darles alcance y ya en los primeros cruces no hila
uno en condiciones. Se dieron cuenta de lo duro que puede llegar a ser hacer
una prueba sin marcación alguna y al final los puntos de penalización fueron
cayendo inexorablemente. Su mejor paso fueron 2 seg de penalización en el
primer secreto del primer tramo, pero los puntos de no paso fueron muchos, a
decir verdad demasiados, lo que les llevo a ocupar la 37ª posición de la
general dejando por debajo suyo 2 equipos más.
Por su parte el equipo formado
por Luisma y Miguel conseguían hilvanar una prueba en general más acertada,
pero una errónea decisión les llevo a ocupar las partes altas de la tabla. El
primer tramo lo finalizaban con 55 puntos de penalización con los dos primeros puestos
poco penalizados pero en el último control penalizaban con algo más de 30
segundos. El tercer tramo penalizaban con solo 35 segundos siendo el mejor de
los tres, pero era el segundo tramo donde tomaban la decisión errónea que les hundía
en el final de la tabla. En ocasiones la ruta indica abandonar la carretera para
dar la vuelta a una ermita, casa o similar volviendo tras ello a la misma
carretera y en esa mini vuelta seguro que hay un control o al menos en una de
ellas. Al abandonar la carretera toman la mini vuelta al revés en la segunda
pasada y tras darse cuenta en lugar de hacerlo correctamente dieron media
vuelta y retomaron marcha con lo cual no pasaron por el punto de control y
penalizaron con el máximo de 900 puntos. De haberlo hecho correctamente habrían
ocupado una posición intermedia de la tabla pero los 1007 segundos en esta
prueba les relegan al 35º puesto.
Nuestros amigos del la Real Peña
Motorista Vizcaya Pitxu y Goizalde hacían una muy buena actuación general en la
prueba con un segundo tramo penalizado con solo 30 segundos de los cuales 26 lo
eran en el último control y un tercer tramo mucho mejor de 8 segundos, siendo
el mejor tercer tramo de los 6 participantes. Por desgracia los 171 segundo del
primer tramo pesaban como una losa y quedaban en relegados al puesto 31º de la
general con un total de 209 segundos de penalización.
Caso aparte son los Rodríguez,
Luis y Aitor, que con el Citroen 2cv de Miguel terminaban en una 23ª posición por
una más que acusada falta de regularidad, firmando controles con muy poca penalización
y otros con una penalización elevada. El primero de los tramos penaliza con 53
segundos, haciéndolo sobre todo en el segundo y tercer punto de control con 22
segundos cada uno, quizás olvidarse poner el crono en marcha en la salida tenga
algo que ver. El segundo tramo mejoran algo pero un despiste de 41 segundos en
el segundo control imposibilita haberlo podido hacer mucho mas, terminando con
49 segundos de penalización. Si se experimenta un salto notable en el tercer
tramo que finalizan con un total de 13 segundos, debiendo calificar como muy
notable los dos últimos puestos que se firman con solo 2 y 1 segundos de penalización.
La 11ª posición del equipo Iñaki
y Oscar les sabia a gloria tras los 3 rallyes que ya tienen a sus espaldas, habiéndose
visto en todos ellos relegados a una posición mucho más atrasada. Terminaban la
prueba con un total de 66 segundos de penalización, de los cuales 41 lo eran en
el segundo tramo, en el cual se encontraron paralizados por una obra, imprevisto
del cual no supieron reponerse, tirando por tierra el tramo debido a cabreo.
Una pena pues de haber seguido la tónica del primer y tercer tramo habría estado
colocados en el Top Ten de la clasificación.

Y llegamos al equipo revelación, vaya
por delante mi felicitación ante tamaña proeza debida a la constancia y buenas
maneras del equipo formado por Fede y Olatz Ayesta que consiguieron una excepcional
3ª plaza en este su bautismo de fuego. Finalizaban los tres tramos con una penalización
de 6, 7 y 15 siendo esto un total de 23 segundos. A decir verdad en una primera
clasificación se encontraban bastante más retrasados debido a una penalización máxima
de 900 segundos por un paso no detectado, pero al ir a reclamar el servicio de
cronometraje ya se había percatado del error achacado a una baliza de salida no
detectada. Sorpresa final con este equipo que con dos simples biciclómetros
consiguen ponerse a igual de equipos muchísimo más experimentados y pertrechados.
Fue satisfactorio para la expedición
ver un pódium en el que nuestros Fede y Olatz compartian cajón con un equipo
tan consagrado como Foronda-Pilar y Oiarbide-Ibaibarriaga.
Pero no acabo todo ahí, al día
siguiente había concentración de clásicos y el trofeo de Olatz no fue el único galardón
obtenido por un miembro del grupo. El modesto pero simpático Citroen 2cv “Rayo MacQueen”
fue premiado con el obsequio al mejor personalizado, premio que subió a recoger
Luis Rodríguez junto a su hijo Yerai,
pero el cual reconoce el buen trabajo realizado por Miguel Martin en su restauración,
dado que el vehículo fue prestado a Luis y Aitor para poder hacer la prueba.
Fenomenal fin de semana en
Cantabria, con una organización que en todo momento nos hizo sentir como en
casa, hecho el cual hace que repitas mil y una veces. Gracias por este evento y
por los que vengan.
Por cierto un gran detalle que desde el equipo Lanzero agradecemos fue la confección de una pegatinas de LANZERO RS TEAM que nuestro Miguel hizo con la idea de Luis, Aitor y el mismo y que todos portan en el cristal trasero de sus coches. De verdad chicos todo un detalle que se merece toda nuestra gratitud.
Fotos Ricardo Pérez
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