viernes, 13 de julio de 2012

III RALLYE MONTAÑA ALAVESA

Quizás algún día las cosas salgan bien desde el principio y no tengamos que combatir contra los elementos, pero de momento nos toca bregar con lo que tenemos y no queda otra que hacer las cosas lo mejor posible.

El pasado 30 de Junio volvimos a la carga con nuestra montura original en una nueva edición del Rallye Montaña Alavesa, siendo esta la tercera prueba del campeonato de Regularidad Sport. Tras las reparaciones mecánicas y un rodaje previo, hemos de resaltar el paso con nota de esta parte del equipo y felicitar nuevamente a Talleres San Antonio de Amorebieta, por un trabajo perfectamente ejecutado.

La organización volvió a dar el do de pecho en un nuevo evento, ejecutándolo con muy buena nota. Lamentable la incursión de la dotación de los Miñones a contra-tramo, que provoco un buen susto como mal menor, pues un incidente no habría sido descartable.

Ni entiendo, ni entenderé, esa enconada “manía” a la categoría SIN INSTRUMENTOS. Sí, esos, los que no gastamos poco más que en ruedas y gasolina por ser imprescindible, pues bien, uno de esos “Hijos de la Virgen del Puño Cerrau”, que por cierto ha gastado ya un buen porrón de euros en mantener su juguete (No digo la cantidad pues si se entera mi mujer, me desolla) y que también tiene Terratrip y pirámide, reivindica el derecho a poder participar en esta categoría con unos mínimos y sin ser considerado un lastre. En nuestro caso participamos en esta categoría por deseo de mi copiloto y porque al no haber navegación buscamos un poco mas de aliciente. Sabemos que en esta categoría no podremos llegar nunca a estar en cabeza y si alguno, alguna vez lo está, será por ser un semidiós de la regularidad o por pura txiripa, por lo tanto tenemos claro que nuestra clasificación es la que es, pero al menos déjennos jugar y divertirnos entre nosotros. Lo único que pediríamos es saber las medias un día antes para poder preparar tablas y no estar estresados momentos antes de la prueba.

En lo meramente deportivo, terminamos la prueba con un cierto regusto agridulce. Volvió a repetirse el mismo problema del año pasado con el cronometro, al parecer el calor le afecta y no funciona en condiciones, quedándose puntualmente congelado. Por otro lado si bien la primera sección fue un estrepitoso fracaso, la segunda, ya con medios paliativos, fue brillante consiguiendo un total de 15 ceros, 12 de ellos en esta segunda sección.

La prueba se llevaba a cabo en 6 pasadas a un mismo tramo, en dos secciones, tres en la primera sección en un sentido y otras tres en la segunda sección y en sentido contrario, completando un total de 60,9 km cronometrados. El tiempo acompañó en demasía para la práctica de este deporte, con un sol de justicia, por lo que a la mínima se buscaba una sombra de forma casi desesperada.

Tras hacer el tramo de calibración, pasar las verificaciones oportunas y asistir al breafing, tomamos la salida a nuestra hora asignada y arrancamos raudos, que no veloces, tomando el enlace marcado para llegar a la salida del tramo. Esperando en la salida ya Jesus detecta algún ligero problema con el crono, pero salimos a tramo llevándolo sin problemas y en teórica media. Terminado este, no sin algún pequeño e insignificante incidente final, ponemos rumbo de regreso para la salida del segundo tramo. Volvemos a tomar salida y es en este tramo donde confirmamos las sospechas de fallos esporádicos, por lo que en el tercer tramo decidimos poner remedio al problema.

Completada la primera sección entramos en el parque cerrado y nos entregan los resultados, confirmando el fiasco que ya sospechábamos. En el primer tramo fuimos acumulando un buen montón de penalizaciones por retraso durante todo el tramo, en el segundo fue a partir del 7º control donde empezamos a acumular el mismo tipo de penalizaciones, lo que nos aseguraba dichos fallos. En el tercer tramo cambian las tornas y donde antes penalizábamos por atraso, lo hacemos por adelanto por lo que decidimos tocar a la baja las medias compensadas para corregir en la medida de lo posible el error.

Ya con las tablas arregladas afrontamos la segunda sección, no sin el desanimo del fiasco previo, pero con la esperanza de poder demostrarnos que sabemos y podemos hacer las cosas mejor. Y así fue, los tres tramos de la segunda sección se ejecutaron a la perfección consiguiendo 1,25 puntos por control en esta segunda sección, frente a los más que decepcionantes 7,5 puntos por control de la primera sección.

A pesar de esa buena segunda sección, la terrible losa de la primera peso demasiado hundiéndonos de forma irremediable en la clasificación obteniendo un 20º puesto en la general y un 6º en la clasificación Sin Instrumentos.

Pero no acabaron ahí las alegrías. Hacia mediados de Junio impartimos un curso de iniciación a la regularidad al cual asistieron nuestros compañeros, amigos y rivales Argoitz e Irati. Según me dijeron, tras aplicar algún que otro truco de los enseñados en el cursillo, se alzaron con la primera plaza de la clase Sin Instrumentos, lo cual nos hizo alegrarnos casi tanto como si lo habríamos logrado nosotros. La segunda plaza la consiguieron Josemi Gracia y Jon Negu seguidos de Atharratz y Erlantz Garcia en la tercera. Mención especial al regreso de los hermanos Arteche y una pena el fallo del sistema de medición del Ford Sierra de Christhian de la Riva y Jon Ander de la Fuente quienes a pesar de todo consiguieron un par de tramos con tan solo 19 y 22 puntos de penalización.

La clasificación general estuvo comandada por el equipo formado por Martin Cubillo y Txema Foronda quienes consiguieron alzarse con la victoria en una encarnizada lucha a lomos del archí conocido R5 Turbo 2. Por su parte Alfredo Knorr y Jose Javier Atin, Porche 911, se colocaron en la segunda posición. La tercera plaza fue conseguida por Imanol y Xabier Zorroza con un Mercedes 280, empatados a puntos con el cuarto clasificado debiendo desempatar al mayor numero de ceros acumulados.

Muy difícil se pone el campeonato, pero todavía la tercera plaza es alcanzable y a por ella iremos.

FOTOS; Jose Ramon Darriba