Cada prueba tiene un carácter y
marchamo característico, el cual puede o no gustar, pero obviamente será el que
influya a la hora de tomar la decisión de volver. Eso nos llevo a decidir
volver a tierras Palentinas para disfrutar de nuevo de este rallye, de sus paisajes
y como no de sus gentes.
Si algo nos llamo poderosamente
la atención el año pasado, fue la calurosa acogida que las gentes de esta
tierra brindaban a nuestro paso por las distintas localidades. Los vítores y
aplausos a nuestro paso, hacían poner los pelos como escarpias y sentir un
escalofrió por la espalda, cual descarga eléctrica, que producía la agradable
sensación de ser importante por un día.
Si en la pasada edición el equipo
del curso de iniciación formado por Janire y Jonan se animaron a inscribirse, experiencia
que no podían repetir muy a su pesar, en esta edición los chicos del Max
Racing, Iñaki y Oscar, eran quienes se animaban en su segunda prueba, tras la
agridulce toma de contacto con este mundillo en la Ronda Hotel Olimpo. Como
adelanto comentar que esta vez sí pudieron disfrutar de un rallye de
regularidad, consiguiendo terminar la prueba sin averías y con mínimos
despistes, los cuales desaparecieron en la segunda mitad de la prueba.
Tras una primera mitad de
temporada un tanto aciaga en participaciones, con la retirada antes de salir en
el Valle de Mena, debido a un avería en el sistema de refrigeración, y de la no
presentación en el Rallysprint de Eibar, por causas familiares (Aprovecho para
agradecer a todos mis compañeros y amigos de este mundillo las muestras de apoyo que he ido
recibiendo) tras las respectivas verificaciones ya estábamos dispuestos para la
sana competencia.
Era difícil imaginarse como poder
meter la temeraria cifra de casi 90 coches en aquella plaza de Cervera de
Pisuerga, pero se consiguió y tras la colocación de todos los vehículos,
seguido del correspondiente breifing, sobre las 12:30 del mediodía comenzó el
bullicio de motores cuales bíblicas trompetas a las puertas de Jericó.
A priori el rallye tenía
novedades con respecto a ediciones pasadas y según la propia dirección de
carrera la primera parte era de piloto, tramos sinuosos y conducción fina, y la
segunda de navegante, tramos relativamente más sencillos pero con mayor numero
de cruces. A estas alturas ya estaba claro cuál sería la novedad en esta
edición, varios tramos de ida y vuelta implicaban un continuo cruce de
vehículos participantes. Este formato de tramo está bien para recordarnos que
participamos en pruebas con carretera abierta y que hay mas usuarios en la
carretera, pero a mi modo de ver entiendo que el excesivo uso del mismo es
tentar en demasía a situaciones inseguras.
Tras tomar la salida catorce
tramos quedaban por delante para completar los casi 252km de prueba, con 14 tramos regulados, el primero de los cuales se
encontraba en la misma salida de Cervera. No fue buena la primera toma de
contacto, al salir se nos colaron un par de vehículos que trastocaron algo la
media, pero tras adelantarlos poco más adelante topamos con otro al cual fue
imposible adelantar. Sabíamos que la sangría de segundos caía sin remisión e
intentábamos minimizarla al máximo, pero en el último de los 7 controles nos
cazaron la mitad de todos los segundos de penalización del tramo, lo cual nos
ponía en una 68ª posición.
El segundo era un largo tramo con 20 controles, cuyos últimos 10km se hacían en ida y vuelta. Volvimos a tener problemas con tráfico, ocasionando otro pequeño goteo de segundos, pero esta vez se minimizo más y en las zonas con menos tráfico rodamos muy finos. A pesar del tráfico y de la cantidad de controles existentes nuestra penalización se acercaba a las mejores del tramo y adelantábamos 33 posiciones en la general.
El tercer y cuarto tramos no
entrañaban mayor dificultad y volvíamos a conseguir adelantar un puesto más en
la clasificación.
El siguiente tramo fue una gran
pesadilla de la que quisiéramos haber despertado antes de empezar. El inicio
del mismo fue bien, se trataba de un tramo con ida y vuelta con dos cambios en
el sentido de la marcha que a priori no debía tener mayores problemas, pero para
echarle un poco de pimienta a mitad de tramo la pirámide se fue de vacaciones. En
plena vorágine de locura se nos paso de largo un cruce, debiendo retroceder y
posicionándonos detrás de nuestros amigos Iñaki y Oscar, aquí llego nuestro
gran descalabro pero también nuestra gran sorpresa. Al retomar el recorrido y
colocarnos tras Iñaki y Oscar lo normal hubiera sido que nosotros llevásemos un
retraso aproximado de 30 segundos sobre nuestro tiempo real, circulando ellos en su tiempo teórico, pero
lo que es imposible es que en estas circunstancias tanto ellos como nosotros
tengamos un retraso medio de 19 segundos en todo el tramo. Independientemente
del posible error de cronometraje, el fallo de nuestra pirámide nos hizo suma
200 segundos de penalización en el casillero, ocasionando una caído de 13
puestos en la clasificación.
Tras este tramo llego la hora del
relax y el buen llantar, a fin de coger fuerzas y acometer casi del tirón los 9
tramos durante la tarde.
La tarde trascurrió para nosotros
de una forma más normalizada pero todos los participantes afinaban mucho mas,
lo cual ponía muy cara cualquier intención de remontar puestos. Por nuestra
parte empeño le pusimos siendo decisión clara hacerlo lo mejor posible, al
menos en parte lo conseguimos bajando la media de penalizaciones de un 6,4
segundo por control a un 2,2 segundos. En ese empeño conseguimos terminar 5 de
los 9 tramos con menos de 5 segundos de penalización e incluso un tercer puesto
en el 11º tramo. Una pena los 23 segundos de penalización en el 12º tramos al
deber circular tras un vehículo que no facilitaba el adelantamiento, es lo que
tiene este tipo de pruebas.
En general nuestros compañeros Iñaki y Oscar consiguieron finalizar en esta su segunda participación, lo cual les ha inyectado un poco mas de moral, muy tocada desde su participación en el Rallye del Olimpo. Utilizaron una técnica por la tarde que les fue medianamente bien, pero que no es factible en todos los casos, mantener la distancia con el predecesor. En esta prueba era posible pues salíamos cada 30 segundos y la distancia con el predecesor era visible en ciertos casos, no es una técnica para conseguir hacerlo bien pero buena para aprender a navegar olvidando el agobio de seguir la media.
Un agradable fin de semana el que pasamos en compañía de nuestra gente, Joserra, Amaia, Elena y Ander, además de nuestros ya mencionados compañeros Oscar e Iñaki, de un no menos agradable ambiente de rallye y de un inmejorable paraje, en definitiva una prueba fácilmente recomendable.
Fotografías José Ramón Darriba.