La
vigésima primera edición del Rallye de Gernika Lumo se celebro el pasado 10 de
Octubre siendo la segunda edición en que esta prueba alberga la especialidad de
regularidad, en sus dos modalidades. En un total de 194 kilómetros discurrirían
10 tramos, completando 94 kilómetros cronometrados, recorriendo los tramos más
míticos de la zona. En esta edición 19 fueron los participantes que completaban
la lista de la regularidad, de los cuales 11 lo hacían en Sport y 8 en Trofeo.
Como
viene siendo habitual este año, nuestra participación en este evento se
desarrollo en categoría trofeo a fin de retomar contacto con la especialidad
tras el año de dique seco del año pasado en el que aprovechamos a realizar
modificaciones en nuestro coche, las cuales hay que ir afinando poco a poco.
Después del fiasco que supuso nuestra primera participación de la temporada,
máxime cuando siéndolo en la prueba de casa, era nuestra principal prioridad
terminar, lo cual estuvo en el filo de la navaja por un tiempo.
En este
caso nos acompañaban en la especialidad Alberto Elorduy con su VW Golf GTi,
copilotado por Ignacio Bañares, y las nuevas incorporaciones al grupo de
cursillo de Luis Urionabarrenetxea quien estrenaba copiloto con Ruben Santana y
su ya conocido Ford Sierra Cosworth, y los totalmente nuevos Fernando y Jon
Pérez que se estrenaban del todo con su Toyota Célica.
A
priori el único tramo que entrañaba cierta dificultad era el de Gernika-Lumo, tramo muy distinto a los otros
tres por su trazado más estrecho en gran parte de su recorrido. Eso a priori
pues ya en los reconocimientos observamos ciertas discordancias de medición
entre el tramo de Montecalvo y el resto que nos desbarataría toda la
calibración del instrumental, haciéndonos dudar incluso de la más favorable.
El
primer tramo, Montecalvo, se neutralizaba por un fuerte golpe de uno de los
participantes de velocidad que mantendría ocupados durante un buen rato a los
comisarios de la zona, y salimos al mismo con el único afán de sacudirnos de
encima el “miedo escénico” del primer tramo y memorizar recorrido para la
siguiente pasada. Craso error, no aprovechamos convenientemente esta
oportunidad para testear convenientemente la calibración y poder así afinar más
si cabe la misma. Por lo que nos presentamos al segundo tramo, Mendata, con la
creencia que la calibración era la correcta. El tramo lo cubrimos sin
incidencias digna de mención y con la firme convicción de haber hecho un muy
buen tramo, pero el resultado fue una deriva creciente por adelanto, empezando
con poca diferencia pero aumentando según pasaban los kilómetros. Un total de
35 puntos no situaba en la última posición provisional muy alejados de las
primeras plazas.
Corregimos
un poco la calibración, pero tras hacer la segunda pasada al tramo de
Montecalvo, comprobamos que seguimos sin un buen calibre. Aun así y recordando
que en los reconocimientos habíamos detectado un problema le pido a Jesus que
no modifique esta calibración para el siguiente tramo. Y efectivamente
realizamos el tramo finalizando los 12 controles con tan solo 4 segundos de
penalización y marcando el segundo mejor resultado de este tramo. Las cosas
pintaban mejor de lo esperábamos y empezabamos a mantener una pugna con Alberto
Brizuela y Emilio Ortiz por el 5º puesto, manteniéndonos a poco mas de 2
segundos de ellos.
Tras el
parón para reponer fuerzas empezamos con los tramos de la tarde, con la
convicción de haber conseguido una buena calibración dado el resultado obtenido
en el último tramo de la mañana. Los tramos 5 y 6, Gernika-Lumo y Arrieta, no
eran finiquitados con buenos resultados, pero conseguíamos alcanzar la 5ª plaza
adelantando a Alberto y Emilio. Intentamos afinar más la calibración para el
tramo 7 pero por un error, corregimos al revés y perdimos precisión, por lo que
se fueron acumulando más penalización a nuestro tiempo y nos volvimos a ver
relegados a la 6ª plaza. El tramo 8 era neutralizado por avería en el coche de
rescate, por lo que esta vez si utilizamos el recorrido para intentar afinar la
medición. Esta vez comprobamos que nos quedábamos algo cortos haciendo el
recorrido lo más correcto posible, por lo que finalizado el mismo empezamos a
pensar cuanto deberíamos recalibrar nuestro Katya para conseguir mayor
precisión.
Pero de
repente el pedal de acelerador se vino abajo y nos quedamos en medio del tramo
de enlace, el cable se había soltado de su amarre al pedal y era imposible
solucionarlo con los medios que teníamos. Que frustración, otra vez veíamos
como nos quedábamos tirados sin poder concluir la prueba, pero es de agradecer
el buen ambiente que caracteriza esta especialidad y nuestro compañero Emilio
nos dio una solución para poder llegar a la asistencia, atar una cuerda al
acelerador y acelerar con la mano, además a falta de cuerda buenos son los
cordones de los botines. Dicho y hecho, en nanosegundos me desato los dos
cordones, nudo al acelerador y “cagando leches” a la asistencia, y llegamos
pero un vial de un solo carril sin posibilidad de adelantar para poder
presentarnos en el puesto de control hace temblar todo nuestro empeño.
Obviamente los comisarios atendieron a nuestra posterior reclamación y no sancionaron esta teórica tardanza.
Ya en
la asistencia pudimos dar una solución momentánea amarrando con un par de
bridas el cable al pedal y rezando para que aguantase la “ñapa” nos enfrentamos
a los dos últimos tramos, eso sí habiendo olvidado corregir la calibración, por
lo que volvimos a morder el polvo y marcar unos tiempos más bien pésimos. Aun
así y todo terminamos contentos, habíamos conseguido acabar la prueba después
de haber tenido nuestra continuidad en el filo de la navaja y tras una
penalización de 90 segundos a Alberto y Emilio terminamos ocupando la 5º
posición de la clasificación. Como solía decir mi padre “Nunca te acostaras,
sin saber algo mas” y esta prueba nos servirá para ir mejorando.
Alberto
Elorduy, copilotado por Ignacio Bañares y con su Golf ya completamente
recuperado, tampoco conseguían hilar un buen rallye y los altibajos en cada
tramo eran la tónica principal. Sus mejores tramos el sexto y séptimo que
conseguían cerrarlos con sendos 7 segundos de penalización, pero un problema
general les hacia detenerse en medio del noveno tramo con el cuadro marcando
varios fallos y un taco de motor tocado. El resto de tramos los cerraban con unas
penalizaciones altas debido a errores de calibración del equipo de medición.
Los
recién llegados Fernando y Jon Pérez con su Toyota Célica, consiguieron mucho
más de lo que ellos creen, no hicieron una prueba con excelente resultado, pero
conseguir hilar un evento sin equivocarse en un total de 27 controles horarios
es mucho más de lo que muchos habríamos firmado en nuestro debut. Como digo los
tiempos no salieron, pero según pasaban los tramos cada vez eran más
conscientes de los que hacían y de lo que debían hacer, consiguiendo mejorar
algo los resultados en los dos últimos tramos y orgullosos y felices de poder
haber visto su Blunik en azul en varios momentos. Como mejor resultado
conseguían 31 segundos de penalización en el noveno tramo, pero los 333 del
sexto y 298 del quinto pesarían mucho más de lo deseable y se veían relegados a
una 10ª posición de la clasificación.
Luis
Urionabarrenetxea estrenaba copiloto con Ruben Santana sentado a su derecha,
pero él y su Ford Sierra son asiduos a los eventos de la Sport desde hace unos
años. Estos también estrenaban actuación con Blunik, pero sus grandes problemas
fueron una sonda mal ajustada y el exceso de confianza. Por una parte el Blunik
les requería continuamente ir a más en todos los tramos, lo que supone una
pérdida de medida y una más que posible revisión de la instalación de sonda. En
ocasiones no hay cosa peor que el exceso de confianza, sabemos dónde estamos y
conocemos la zona como la palma de nuestra mano, con lo cual nos olvidamos del
rutómetro y cogemos las de Villadiego sin percatarnos de que antes de ir a la
asistencia deberíamos haber pasado por el reagrupamiento el cual esta vez se
hacía en el centro de Gernika, lo cual les supuso una penalización de 60
segundos.
Próxima cita en el rallyesprint de Karrantza
Lanestosa donde volveremos a vernos las caras se intentaran corregir los
errores y fallos encontrados.
Preciosa crónica Ricar.
ResponderEliminarEs justo decir, que si no penalizamos en los controles horarios y fuimos capaces de seguir (y compreder el rally) es gracias a ti y a tu copi Jesús, que mas que colegas pareceis las amatxus de la cuadrilla. Y que solo Gracias al cursillo de iniciación que organizásteis en vuestro tiempo libre para que torpes como nosotros podamos empezar a competir, pudimos seguir el rally con normalidad.
Seguir así porque sois parte fundamental y necesaria del mundo de los rallys en Euskadi, siempre tendré presente que gracias a vosotros y gente que dedica su tiempo en organizar eventos como este, incluso en ocasiones a costa de pasar malos ratos y aguantar impertinencias de algún gilipuertas, es por lo que he podido hacer realidad un sueño que llevaba esperando desde que con cuatro años veía correr a Zanini y compañía.
Muchisimas gracias, por vuestro tiempo, dedicación y por dejarnos entrar a formar parte de vuestra fantástica familia de los rallys
Por favor seguid así.
Un fuerte abrazo.
Fernan.