martes, 6 de marzo de 2012

I RALLYE ZAMUDIO


El pasado 25 de Febrero se llevo a cabo la primera edición de este rallye, con el municipio de Zamudio como punto neurálgico, y siendo la primera prueba del Campeonato Vasco de la especialidad, por lo tanto el equipo LanZero inicia también su temporada 2012. Varias novedades en el reglamento se presentan este año, entre ellas el aumento del límite de velocidad de 70km/h a 80km/h que si bien puede resultar una alegría en ciertas zonas, espero no suponga un aumento proporcional de todas las medias.

Esta vez el equipo estaba al completo con nuestra asistencia, Asier y Joserra, se veía reforzada esta vez por Oscar e Iñaki, un par de amigos de Jesus que quieren tomar contacto con la regularidad e intentar afrontar un futuro en la especialidad. Lo cierto es que tras este día de competición, seguro les ha terminado de picar el gusanillo, y es que esto engancha.

El día empezaba con la normalidad típica y tras las rutinarias comprobaciones de última hora decidimos dejar los neumáticos de invierno en previsión de un asfalto frio, pero con la intención de cambiarlos, sobre todo para la tarde.

Sobre las 10 de la mañana confirmábamos nuestra participación en categoría Sin Instrumentos, en las verificaciones. De los once preinscritos en nuestra categoría, diez confirmaban su participación, una bien nutrida lista que hacía presagiar una no menos buena pelea. De los veinticuatro participantes de la general, cinco lo hacíamos con Escudería Nervión y, casualidades de la vida, los cinco nos pelearíamos por el trofeo de la categoría Sin Instrumentos.

Esperábamos ansiosos los 10 tramos que se nos venían encima. Tramos cortos, pero dos de ellos míticos de los rallyes y subidas de Bizkaia como son el Vivero y Fika, los cuales se llevarían a cabo por la tarde. La mañana se completaba con 2 tramos de nuevo cuño a dos pasadas cada uno, en las inmediaciones del municipio y por la tarde se darían 3 pasadas “non stop” a los dos míticos.

Sobre las 11 de la mañana salíamos neutralizados del parque cerrado hasta el primer tramo, Geldo, en los aledaños del parque tecnológico, acabándolo en la entrada al mismo. El tramo tenía dos partes bien diferenciadas, una primera de carretera estrecha y otra más ancha con una rotonda a trazar en todo su recorrido, punto en el que acumularon muchos espectadores y algún participante dio un poco de espectáculo. Por nuestra parte poco espectáculo pudimos dar en este punto pues el freno de mano no mordía lo suficiente para poder tirar el culo un poquito aunque fuese. Por nuestra parte fue el tramo al que mejor nos amoldamos, marcando el primer puesto de la SIN en la primera pasada y el tercero a solo tres segundo del primero.

El segundo tramos, San Antolín, transcurría entre casas y caminos vecinales, con una infinidad de cruces que rompían el ritmo y badenes en la zona final que impedían recuperar el tiempo que habías perdido. En las dos pasadas al tramo nos ocurrió lo mismo, si bien la zona inicial la llevábamos bien, la segunda se nos atragantaba. En la primera pasada y tras un cruce a izquierda intente apurar una tercera en una cuesta pronunciada, pero tuve que reducir a segunda. No perdimos mucho tiempo, pero esa segunda zona era una pequeña trampa llena de cambios de rasante, pasos estrechos entre casas y “policías tumbados” (Badenes) que hacían muy difícil recuperar el ritmo. En la segunda pasada al tramo creía haber aprendido la lección, pero esta vez el problema se dio en el mismo cruce, al intentar meter esa segunda y comenzar la cuesta con fuerza, esta se muestra reacia a entrar y volvemos a perder un tiempo precioso. Sumado a esto el gato hidráulico se suelta en el maletero y comienza a dar bandazos en el interior, por lo que intento ser lo más cauto posible y no forzar un golpe en el depósito de gasolina que tire al traste con toda la prueba.

Con esto terminábamos la jornada matinal y, como teníamos planeado, desmontamos las ruedas de invierno, que en el frio de la mañana nos fueron bien, pero ya en el último tramo comenzaron a fallar, para poner las de entretiempo. Nuestro equipo de asistencia encuentra el primero de los dos problemas con que nos toparíamos en esta prueba. Hacia un par de meses se había cambiado la cremallera asistida de la dirección por pérdidas y nos encontramos con que la nueva también fallaba, haciéndolo más si cabe que la original. No es un problema que provocaría nuestra retirada, pero era mejor evitar por todos los medios que la rueda o el disco de freno se pudieran ver manchados de este liquido y en un alarde de ingenio nuestra asistencia realiza un “vendaje” a fin de evitar que se manchen las partes mencionadas. Dicho sea de paso, el “apaño” hace su cometido y la fuga no da más problemas que las revisiones periódicas del nivel.

Y comenzamos la segunda sección compuesta por los dos tramos míticos, Fika en primer lugar y Vivero en segundo, a tres pasada cada uno y “non stop”. El primero de ellos fue el peor de nuestros tramos y en el cual sumamos poco más de la mitad de los segundos de la penalización total en el computo de las tres pasadas. El comienzo del tramo era muy estrecho y con unas cuantas paellas, una cerca de la salida, lo cual provocaba que tras recuperar el ritmo de salida volvíamos a perderlo. Era al final cuando lo recuperábamos, tras un cambio de rasante, tomábamos carretera más ancha y con mejor firme. Por cierto, en la primera pasada ese cambio de rasante se tomaba con precaución pues la salida era ciega, pero ya conociendo el terreno, las siguientes se hacían a gas y no éramos los únicos.

En el tramo de Vivero volvíamos a resurgir cual ave fénix, marcando penalizaciones más similares a los de cabeza. La primera pasada fue una toma de contacto y penalizamos más de la cuenta por un par de espantadas, pero más o menos todos anduvimos parecido. Una vez aprendido el camino, las dos siguientes fueron para disfrutar de una conducción rápida y, de paso, mejorar los tiempos.

En líneas generales y aunque penalizados por las dimensiones de nuestra montura, se puede decir que nos defendimos frente a nuestros contrincantes de la categoria SIN INSTRUMENTOS, en la que competimos. Salvo los ganadores de la clase Jose Migueli García y Jon Negu, quienes, una vez tomada la delantera, fueron implacables consiguiendo 50 puntos de ventaja respecto del segundo clasificado, los tres siguientes clasificados Argoitz Otadui e Irati Llona, Cristhian de la Riva y Jon Ander de la Fuente y nosotros mismos mantuvimos una dura pelea, intercambiándonos en cada tramo los puestos. Argoitz e Irati nos devolvían al final la espina clavada en Berriatua conseguían colocarse en segunda posición, relegándonos a la tercera plaza de la categoría. Durante toda la prueba sufrimos para mantener al menos esa tercera posición frente a unos de los equipos “novatos”, Cristhian y Jon Ander, los cuales apuntan buenos modos ya desde la primera prueba, prometiendo dar pelea, al menos en la categoría.

Pero en ocasiones no todo son alegrías y esta prueba no acababa en el parque cerrado. En el enlace final el coche comenzó a ratear en bajas, en principio no le damos mucha importancia y sospechamos de alguna bujía. Al día siguiente y con calma se comprueban las mismas y se detecta uno de los cables defectuoso, por lo que se sustituyen por nuevos. El comportamiento mejora pero no del todo y en estos momentos se está evaluando la avería, aunque las noticias no son nada halagüeñas y posiblemente se requiera abrir el motor, lo cual daría al traste con todo el año.

Proxima prueba 17 de Marzo, Rallye camping de Angosto en tierras Alavesas.

Fotografias Asier Tellitu, Juanmari Ibañez y SAKO_LM