Fenomenal fin de semana el que nuestros
amigos del Motor Clásico Las Pilas nos regalaron el pasado 8, 9 y de Julio.
Como siempre un fin de semana completo formado por una charla coloquio el
viernes, un rallye a calcar el sábado y como colofón final una bonita y nutrida
concentración el domingo, todo ello aderezado con sus correspondientes yantas y
esa simpatía que caracteriza a este grupo de gente maravillosa.

Sobre las 16 horas daba inicio la prueba que
como viene siendo habitual se desarrolla en modalidad a calcar, debiendo
realizar dos pasadas a un mismo recorrido, siendo la primera referencia de paso
para la segunda y debiendo calcar en esta el recorrido en el mismo resultado tiempo/espacio
realizados en la primera. El recorrido se repartía en tres tramos
Con el dorsal 3 no tardábamos mucho en tomar
salida, realizando la primera pasada con algún que otro pequeño despiste fácilmente
corregible en el primer tramo, cosas del desengrase. En recorrido si podíamos
observar que varios participantes no tenían muy claro por donde debían seguir
el camino correcto y retrocedían buscando la ruta correcta, lo que no sabíamos
era que nuestros chicos del 205, Luis y Aitor, también estaban junto con otros
4 intentando aclarar conceptos. Al parecer un pequeño error de nomenclatura de
carretera en el rutómetro hacia parar y estudiar la ruta exacta, si bien
nosotros seguimos nuestra intuición y acertamos sin darnos cuenta del error.
Tras un pequeño respiro en el Adelma, se
aclaraban las sospechas del maremagnum que estaba ocurriendo en los dos tramos
previos, nosotros con dorsal 3 llegábamos los segundos después de Bruno daSilva,
pero lo peor de todo era que el siguiente participante en alcanzar la neutralización
del Adelma era Eneko Conde quienes portaban dorsal 18. El último tramo lo realizábamos
sin problemas, pero con otra pequeña y subsanable equivocación en la que si
bien contamos con la ayuda de Virginia quien nos señalaba nuestro error, lo hacía
cuando mi copi ya me había echado el alto. Retomamos senda pero fuese quien
fuese el hacedor del rutómetro nos hacia dar varias vueltas a una iglesia. Por
nuestra parte dimos un par de mas con el fin de aclararnos como se salía de allí,
ese fue nuestro mayor despiste del rallye.
Finalizada la primera vuelta y tomado un
respiro en Las Pilas iniciamos nuestra descalabrada y verde segunda vuelta. Los
dos primeros sectores los hacíamos casi rozando la perfección y digo casi pues
en el primer control del segundo sector algo raro debió ocurrir, la mayor parte
de los participantes penalizábamos y luego retomábamos penalizaciones normales.
Finalizado este segundo sector conseguíamos recuperarnos de ese primer control
y alcanzábamos la segunda posición poniendo todo de nuestra parte por alcanzar
la primera, pero los avatares de la vida nos hacían perder de un plumazo todo
lo hasta ahí alcanzado. En primera tercera parte del último sector habíamos
conseguido alcanzar en puntuación al primero y llegábamos a un cruce en el que
hicimos debidamente nuestro stop, en la distancia un coche y dos motos detrás,
nos incorporamos raudos para entorpecer lo menos posible. La jugada quedo bien
hasta ahí, pero al cuadrar media nos vemos muy adelantados, optando por reducir
la velocidad, facilitando el paso del los vehículos posteriores. El primer vehículo
si adelanto pero tras el aparecieron dos motos con colores blancos y verdes que
ya de inicio provocaron el consabido “casualidad”. Bueno nosotros habíamos
hecho nuestro stop y aun a pesar de tenerlos detrás no decían nada por lo que entendíamos
que no había ninguna infracción reseñable. Craso error, casi un kilometro más
adelante debíamos desviarnos y ese fue el momento elegido por el cuerpo de
seguridad del estado para echarnos el alto. Documentación revisada y tirón de
orejas de los agentes por salir del stop con demasiada animosidad y retener
luego al resto de usuarios. Los agentes sabían de sobra lo que hacían y optaron
por no sancionar de forma económica pues no había infracción punible, pero la sanción
en tiempo que nos metieron fue espectacular, 2450metros de retardo cuando
retomamos ruta asease sobre los 4 minutos. Obviamente nuestras aspiraciones en
la prueba habían caído muchísimos enteros y supuso apearnos de la lucha por los
primeros puestos, terminando decimoctavos y por detrás de nuestros máximos
rivales Luis y Aitor quienes siguen mojándonos la oreja en esta prueba a pesar
del desengrase que llevan este año.
Por su parte Luis y Aitor tampoco lo hicieron
muy bien y como digo se les noto desengrasados, no pudieron mejorar su 6º
puesto conseguido el año pasado. Varios errores de navegación y de constancia
en media les relegaron a la decimosexta posición. En el primer tramo de la primera pasada se vieron afectados por
el pequeño error en la nomenclatura de carreteras, pero su mayor error fue
despistarse en la segunda pasada tomando en un punto las de Villaverde, entre
nosotros para mí que intentaron encontrar al Demoñoooo Dojoooo por las tierras
de Omoño, eso o viendo como íbamos en la clasificación estuvieron buscando a la
patrulla que luego nos hecho el alto.


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