XII Rallye Ciudad San Sebastián

El pasado 6 de Noviembre se celebro la duodécima edición de esta prueba, la cual fue seleccionada como nuestro “Bautismo de fuego”. Los tramos seleccionados para su realización fueron dos viejos conocidos, por un lado Jaizkibel con 11,1 km cronometrados y Castillo del Ingles con 14,9 km, este último además contaba con la presencia de tres pasos canadienses, los cuales ponían su punto de gracia al tema. Ambos trazados eran muy similares, una primera zona revirada y en subida, una intermedia en meseta muy llana y una tercera zona en bajada que se volvía a retorcer, dos trazados muy divertidos a decir verdad. También se esperaba la presencia de niebla en la tarde noche, a fin de amenizar un poco la ya “aburrida” tarde, pero por suerte no hizo acto de presencia.

Para nosotros el día empezaba temprano, a las 7 de la mañana comienzan a sonar las alarmas de los móviles indicando que empezaban las hostilidades y tras un sabroso desayuno, bajamos a comprobar que todos los niveles y presiones del coche están correctos.

Junto a nuestra asistencia Asier y Jose, porque como los buenos contamos con asistencia, nos dirigimos a la zona de verificaciones situada en los aledaños del Estadio de Anoeta. Primer tramite realizado, pasamos las verificaciones administrativas con una pequeña ayudita de Iñigo Cuesta, que raro primera prueba y no va a ir todo como la seda. Tras esto ponemos las preceptivas pegatinas y dorsales y nuestro coche toma una apariencia más “Racing”.

Siguiente meta, las verificaciones técnicas, las cuales son pasadas por el Sr. Kopito sin el mayor de los problemas, bueno no del todo, a ultima hora me doy cuenta que no llevamos triángulos. Aquí entra en marcha nuestra asistencia de intendencia Eider y Kike que generosamente nos prestan los de su coche. A estas alturas los nervios están a flor de piel pero todos los trámites iniciales están pasados.

Sobre las 12 del mediodía se inician las salidas y a las 12:18 tomamos salida en esta nuestra primera participación. Primer tramo, Jaizkibel, nos tomamos las cosas con calma y tras la cuenta atrás acelero el vehículo……¿¿¿¿Qué pasa, el coche no sale???? Que cantada, se me olvido meter la primera. Salimos raudos y veloces tras corregir el error a fin de intentar recuperar el tiempo perdido, llega la cuenta atrás de los primeros 200m y…segunda cantada, se me había olvidado también poner el cuentaquilómetros parcial a cero. En esos momentos si hubiese podido habría arrancado la palanca de cambios y me habría dado con ella en la cabeza, pero había que continuar. Aun así conseguimos recuperar y aunque en el primer control no caen 17 segundos los tres siguiente los hacemos demasiado mejor y circulamos mas rápido de lo que debíamos, penalizando en todos ellos por adelanto. Terminamos el tramos y mi pobre copiloto no podía más, aguanto estoicamente pero sus jugos terminaron por ganar la batalla y salir de su mas adentro.

Siguiente aventura, Tramo Castillo del Ingles. Este tramo lo pasamos sin incidencias, pero tras el malestar de mi copiloto, salimos a escena sin corregir medias, por lo que ya sabíamos que el resultado no seria muy bueno.

Tras este tramo nos dan los resultados del primer tramo, como esperábamos nuestra posición era buena, 4º de nuestra clase, pero nosotros ya sabíamos lo que se avecinaba. Tras un descanso y un buen bocata, volvimos a la batalla, con las cosas claras, debíamos tomarnos las cosas con tranquilidad y utilizar la prueba como toma de contacto y experimentar cosas. Y tanto que las experimentamos, los dos últimos tramos eran nocturnos y si bien Jaizkibel lo pasamos sin problemas, Castillo del Ingles fue cosa a parte. La noche se termino de echar encima y el que aquí suscribe hizo todo lo posible por recordar el trazado memorizado en las dos anteriores pasadas, pues las luces del coche no eran suficientes para poder ver donde terminaba lo negro. En dos ocasiones estuvimos a punto de hacernos un recto, corrigiendo a última hora la trayectoria. “Decidido, en cuanto llegue a casa pido unos focarros” fueron mis palabras ¡Cuánto los eche en falta!

Por fin llegamos al parque cerrado, nuestra posición en la tabla de clasificaciones penúltimos, pero la sensación de satisfacción no nos la quitaba nadie. Había sido nuestra primera prueba y, a pesar de los malos ratos que hice pasar a mi copiloto, eso quedaba solo para nosotros.

Gracias Jose y Rosa por darnos cobijo, a mis primos por la asistencia, a mi hermana por darme un cuñado con los “huevos” que tiene y a mi mujer por su comprensión y apoyo.

Dedicado a mi hijo y a mi Aita, con quien me habría gustado llevar a cabo este proyecto.