
Una pena, el año
pasado, por causas laborales, nos quedamos con las ganas, pero era un objetivo
para este año y así lo hicimos, embarcando para tierras castellanas el pasado
16 de septiembre. A decir verdad no defraudo, las expectativas marcadas a
priori fueron reales y tanto la prueba como el trato recibido eran de los
“disfrutables”.
La prueba se
desarrollaba por el valle de Tobalina, con dos tramos a repetir en una
posterior manga. Este tipo de pruebas a doble pasada, se caracterizan por deber
calcar el espacio-tiempo realizado en la primera de las pasadas. Saliendo del
pueblo de San Martin de Don, se realizaba una parada técnica en Quintana Martin
Galindez, marcándose así el primer tramo. El segundo se llevaría a cabo entre
esta localidad y San Martin de Don.
Solo existían 2
clases en el evento, con y sin instrumentos y a fin de poder disfrutar los dos
de esta prueba, pedimos al Sr. Kopito nos prestase una de esas Pirami-D. A
decir verdad nuestra intención era probarla y estudiar una más que posible
compra, además de saborear las mieles de la instrumentación.
Pues con todo
montado y tras las oportunas verificaciones salimos con el dorsal 6 bien
pegadito en los costados, marcándonos como objetivo mantener una media de
45km/h. Transcurridos unos 7 km hacemos contacto con nuestro predecesor, todo un
“gentelman” de la regularidad Mykel, quien al darle alcance pienso “Pues sí que
es pequeño el copiloto, no le veo el bolo”. Al haber seleccionado una media
superior le adelantamos y cual fue mi sorpresa al comprobar la no pequeñez del
copiloto, sino más bien su inexistencia. Este primer tramo no implicaba
complicación ninguna, por lo que su paso se realizo sin problema alguno.
El segundo tramo
era sin embargo más divertido para conducir, con zonas de curva, las cuales
provocaban continuas pérdidas y consecuentemente posteriores recuperaciones de
la media. Pero lo más divertido era ver de improviso al Sr. Mykel parado en el
arcén manipulando los “sextantes” y a lo cual, como no puede ser de otra manera,
pensamos “¿¿Que carajo estará haciendo??”. A falta de unos 3 kilómetros damos
alcance al dorsal 4, nuestra intención inicial era de adelantarle y seguir
nuestra media, pero era un tramo con pocas posibilidades de rebasamiento y tardamos
en decidir coger media nueva.
El segundo tramo
tenía un gran escollo en el espacio recorrido sin referencias, el cual fue
solventado sin problemas, pero durante el recorrido no percatamos de un pequeño
retraso de entre 1 y 2 segundos acumulado en la segunda parte del tramo.
Finalizada la
prueba y ya con los vehículos depositados en parque, fuimos obsequiados con una
paella popular de grato deguste, a la espera de los resultados definitivos.
Tras el postre y el café llego la entrega de trofeos, pero antes todos los
participantes fuimos obsequiados con una foto enmarcada y trabajada en
envejecido que fue el deleite de todos los participantes.
En la clasificación
Sin Instrumentos el pódium de vencedores se completaba con Ruben Gordo, VW Golf
GTi, en lo más alto del mismo flanqueado por Jorge Holgado, Renault 12 TS, y
Roberto Carazo, BMW 316, en segunda y tercera posición respectivamente.
En la categoría Con
Instrumentos, en la cual participábamos, las tres primeras posiciones
estuvieron muy reñidas, terminando empatados a tres puntos. Tras el consecuente
desempate Jean Bautista Yener, VW Golf GTi, se alzo con la primera plaza del
cajón, seguido de Diego González, Lancia Beta Coupe, y Javier del Cid, Ford
Escort MK1, cerrando el pódium. Ha decir verdad el segundo clasificado debiera
haber sido descalificado pues era copilotado por Mónica y Katya, no siendo esta
ultima el sistema de medición y pirámide, sino la preciosa perrita Shih Tzu o Lhasa
Apso.
Cuál fue nuestra
agradable sorpresa al comprobar que habíamos terminado quintos, empatados con
Susana San Martin y Javier Corchon que a priori ocupaban esta posición y
recibían un obsequio por ello. Tras comprobar las clasificaciones nos
percatamos que al haber obtenido la misma puntuación e igual número de ceros,
éramos nosotros quienes obtuvimos el primer cero en carrera y por lo tanto
quienes debíamos haber ocupado ese puesto.
Esta vez la suerte
nos fue esquiva, en cualquier competición las cosas son así, jugando también su
baza la Diosa Fortuna. Bueno, a decir verdad no tan esquiva, nuestros compañeros Susana y Javier tuvieron el gran detalle de repartir el obsequio de ese cuarto puesto compuesto de productos de la huerta burgalesa, esto corrovora el buen ambiente y la agradable compañia de la que se puede disfrutar y que anima a seguir en este tipo de eventos.
Pero el exquisito trato recibido y la entrañable compañía que pudimos disfrutar, hace una menudencia el puesto obtenido y cualquier error cometido. Gracias al pueblo de San Martin de Don por el trato con el que fuimos acogidos, gracias a ese entrañable grupo de amigos por molestarse en montar este tinglado y al Sr. Kopito y esposa por su incansable omnipresencia, a todos gracias y hasta el año que viene.
Pero el exquisito trato recibido y la entrañable compañía que pudimos disfrutar, hace una menudencia el puesto obtenido y cualquier error cometido. Gracias al pueblo de San Martin de Don por el trato con el que fuimos acogidos, gracias a ese entrañable grupo de amigos por molestarse en montar este tinglado y al Sr. Kopito y esposa por su incansable omnipresencia, a todos gracias y hasta el año que viene.